ASÍ SE ROMPE EL SILENCIO
Mientras escribo estas líneas, pa-pa-pa-pa-pa-pa…. Guardo silencio ¿balazos? Minutos después, una ambulancia, dos patrullas, ¿más muertos?
Últimamente las sirenas son el señuelo de la muerte por esta zona. En una ciudad tan pequeña los sonidos viajan a gran velocidad. Y las malas noticias también.
Zamora era una ciudad tranquila, muy tranquila, con gente trabajadora y alegre. Ahora es una gran fosa común a donde van a parar todos esos cuerpos apagados por las balas, la mayoría jóvenes, muchos con familias, y cuya muerte jamás será librada del estigma de la delincuencia.
La justicia como no la haya en vida, difícil hallarla después de la muerte.