TRILOGÍA KAFKIANA II: argucias nosocomiales
1.
Un hombre se acerca a la enfermera responsable de medicina preventiva y le pide condones. Inevitablemente, la joven no logra contener la risa pues, como es rutina, solicita los datos del demandante quien afirma tener 87 años. La enfermera le dice al hombre que aguarde un momento y se dirige con la jefa de medicina preventiva: “afuera está un viejito que quiere condones…dice que tiene 87 años”. La jefa de departamento sale y le entrega seis preservativos, a lo que el anciano reacciona con notable disgusto diciendo: “Señorita, ¿por qué me limita usted?” “Discúlpeme pero no entiendo, ¿por qué dice que lo limito?”“Me está dando seis condones y yo quiero doce”. La enfermera le responde que cuando utilice los preservativos que le acaban de entregar, vuelva pues hay un límite por persona. Después reflexiona y se lamenta. “¡Hmm, vaya viejo pervertido, para qué los querrá!”, mientras las compañeras se doblaban a carcajadas en el consultorio ante semejante escena.
2.
Una señora acude a la clínica para que le practiquen una citología. Es la primera vez que se hace el estudio, a pesar de haber tenido cinco partos. Antes del procedimiento, es necesario recabar cierta información para verificar la salud sexual de la paciente. La enfermera la increpa y le pregunta cuál es el método que utiliza para no embarazarse.
-¿Que qué metodo utilizo? Pues el del vaso de agua.
-¿¡El vaso de agua!?
-Sí, después de tener relaciones sexuales, me bebo un vaso con agua, y así me dan ganas de orinar y con eso se limpia todo.
3.
Después de un año de haber sido sometido a una cirigía para extirparle la vesícula, el hombre acude nuevamente al médico con mucho malestar. El médico le realiza los estudios pertinentes y le explica el diagnóstico: una colecistitis aguda por un cálculo biliar. El paciente angustiado explica al médico que recientemente le han extraído la vesícula, así que no era posible que estuviera inflamada otra vez. El médico para encubrir tremenda negligencia médica y evitar el escándalo repondió que la vesícula vuelve a crecer, pero que esta vez se aseguraría de no dejar raíces para que no volviera a molestarle. Y por si fuera poco, le informó que le cobraría sólo la mitad.
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Me encantan, de gustar y de encantar
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¡Gracias por tu comentario! Nos seguimos leyendo. Abrazos 😀
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