APETITOS PELIGROSOS
-Dígame, qué va a ordenar caballero- inquirió el joven con una excesiva amabilidad que me pareció chocante. -¡Le ordeno que se vaya!- dije, intentando disimular mi agitación. -Lamento decirle, caballero, que si no… Sigue leyendo
-Dígame, qué va a ordenar caballero- inquirió el joven con una excesiva amabilidad que me pareció chocante. -¡Le ordeno que se vaya!- dije, intentando disimular mi agitación. -Lamento decirle, caballero, que si no… Sigue leyendo