HABITACIÓN PARA UN CIEGO
El insípido haz de luz que escupía una minúscula grieta en la puerta de la habitación, no bastaba siquiera para reanimar las flores marchitas en aquel tiesto, legado por el anterior inquilino. Para… Sigue leyendo
El insípido haz de luz que escupía una minúscula grieta en la puerta de la habitación, no bastaba siquiera para reanimar las flores marchitas en aquel tiesto, legado por el anterior inquilino. Para… Sigue leyendo
Si hubiera estado mejor informado le habría dado la razón, sin lugar a dudas. Es solo que la tempestad le cayó de sorpresa, pues cuando despertó había un sol casi cegador que se… Sigue leyendo