LABORATORIO
Y entonces
nos pidió diseccionar
una a una las notas
de cada melodía
y definir la etiología
de aquellos ritmos
cadenciosos
armoniosos
estruendosos
acelerados
melancólicos
o tristes.
Al primer corte
todas ellas
sangraban a borbotones
y no hubo manera
de rehabilitarlas
o disimular la horrible cicatriz
que les quedaba.
Lo que antes fue una salsa
o una cumbia guapachosa
se convirtió en tango
o en candombe
tras la cirugía.
Desde entonces
se ha prohibido experimentar
por métodos quirúrgicos
con la música
sólo podrán hacerlo
quienes aman
quienes cantan
quienes componen
cualquiera que la lleve dentro
como tu
como yo
como nosotras.
Es que para fusionar hay que tener conocimientos… 😉
Saluditos!
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Para usar el bisturí, también 😀 . Un abrazo, qué gusto que te pases por aquí.
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Ojalá tuviera mas tiempo libre para dedicarle a este mundo virtual. 😐
Otro abrazo y mucha suerte! 😉
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