LA CRÓNICA DE LA CRÓNICA
¿A quién? Sí, a quién le importa adentrarse en la rutina del funcionario, en el ajetreo de los paramédicos, dimensionar el riesgo constante que corren los fotógrafos y periodistas, el secretismo de los arzobispos, los trapicheos de un banquero, las habilidades de un contador, las motivaciones de un ciclista, la inspiración de un artista, las aventuras de un vagabundo, las frustraciones del beodo, los deseos de una madre, los sueños de un niño. A quién le interesa cuántas personas asistieron a esa manifestación o descifrar las ingeniosas frases de algunas de las pancartas, qué más da si la policía entró con un número desproporcionado de elementos a disolver la protesta, a quién le importan los abusos de autoridad, los golpeados y torturados después de ser detenidos por exigir justicia. Por qué ha de interesar a la gente la vida de aquella pobre mujer que sobrevive con menos de 10 pesos al día porque el Estado la desplazó de su comunidad, al igual que al resto de sus pobladores, para plantar una mina. Qué interés puede tener que las familias de los desaparecidos, orillados por la impericia de las autoridades, hayan aprendido a organizarse para rastrear, con sus propios medios, las posibles fosas clandestinas donde pueden estar sus hijos. Quién quiere enterarse de cómo una menor de 8 años, con dos abortos a cuestas y una bebé de 3 meses, ha sido explotada sexualmente desde que fue arrebatada de los brazos de su madre en el mercado, cuando tenía solo dos años. Por qué sería interesante adentrarse en la vida de alguien que se dedica a vender tacos en un negocio que ha sobrevivido generaciones, o saber qué motivó a alguien a exportar a Europa la tecnología de las tortillerías e implicarse así en un negocio que da de comer a muchos mexicanos y latinoamericanos que viven en el extranjero, donde el maíz no es un alimento de primera necesidad, ni una manifestación cultural. Para qué abundar en las experiencias de economía alternativa que surgen a lo largo y ancho de la geografía, o del reto que asumen cientos de aventureros que lo dejan todo para recorrer el mundo y descubrir sus entrañas. Qué relevancia tendría conocer el azaroso trabajo de la científica que descubrió el material para fabricar los chalecos antibalas, o aquella que realizó el primer aislamiento eficaz de células madre.
La historia universal se construye a base de todas estas pequeñas historias en todos los ámbitos de la cotidianidad. Su trascendencia o relevancia reside en el número de personas implicadas o en cuantas repercute determinada circunstancia o hecho. Sin embargo, explicar estas historias no es tan sencillo como parece. Hay una habilidad en quienes realizan las crónicas que les permite reproducir los aromas, los sonidos, interpretar los gestos y las frases, predecir reacciones de los interlocutores, describir los colores y el ambiente, en otras palabras, para provocar que una persona sea partícipe del hecho narrado aunque no haya estado presente.