EL MUERTO ENCIMA

«La Pesadilla», Henry Füssli
Suelo preguntar a la gente si recuerda sus sueños porque me parece una de nuestras capacidades más interesantes ésta de soñar. Entre los aspectos que más me generan curiosidad es saber en qué idioma sueñan las personas, si tienen sueños recurrentes, si sólo escuchan su voz o ven sus brazos o piernas pero no se ven a sí mismos, si han soñado alguna vez que vuelan, si hay lugares que se repiten en sus sueños, sobre todo qué tan fácil recuerdan lo qué han soñado. Tenía un amigo cuyos sueños tenían tramas peculiarmente novelescas, así que en cuanto se despertaba escribía de inmediato lo que había soñado antes de que se borrara de sus recuerdos y luego les daba forma.
Siguiendo su ejemplo, el siguiente relato lo cuento en primera persona porque así me sucedió. En México decimos que “se nos subió el muerto” cuando dormimos y sentimos algo encima que no nos deja despertar. Ésta al parecer, es una sensación más común de lo que imaginamos a la cual los científicos denominan la “parálisis del sueño”. Confieso que no es la primera vez que me ocurre, aunque no las recuerdo todas, sí recuerdo perfectamente mi primer episodio de parálisis del sueño cuando era niña. Sabía que mi madre estaba junto a mí leyendo, mientras yo hacía una siesta en su cama. Estaba boca abajo y con el cuerpo sobre uno de mis brazos, así que era lógico que éste se entumeciera mientras dormía. En el sueño quería llamar a mi madre para que me despertara, pero no me salía la voz. Tampoco podía moverme pues tenía todo mi peso sobre mi brazo. No sé durante cuánto tiempo real experimenté esa sensación, pero me pareció eterno y cuando pude abrir los ojos le reclamé a mi madre con la angustia en la mirada, que no me haya despertado. Simplemente me respondió que no había razón para ello, hasta que le conté lo que había pasado. Evidentemente ella ni se enteró que estaba en problemas dentro de mi sueño.
Volviendo a las tramas rocambolescas de los sueños, esta mañana, desperté un par de horas antes de lo habitual y con esa molesta sensación de no haber descansado lo suficiente. Desayuné y cuando me disponía a trabajar empecé a cabecear de sueño. Tenía la opción de prepararme un café, o bien salir y despejarme, o hacer diez minutos de siesta. Inexplicablemente opté por ésta última, tal vez porque tenía la cama detrás mío que me sedujo con sólo mirarla, así que me descalcé, cerré la ventana y me metí entre las mantas. Mientras dormía, sentí un peso encima de mi pecho y me desperté conciente de lo que aquello significaba. Pero de lo que no fui conciente es de que no había despertado realmente. Cerré los ojos en el sueño y volví a sentir ese peso encima, así que desperté, de nuevo dentro de mi sueño. Por tercera vez sentí aquel peso encima pero esta vez intenté abrir los ojos, mientras escuchaba claramente a alguien acercándose a mi cama que me hablaba, pensé que era Mertxe y eso me alertó porque nunca entraría en mi habitación, pero cuando quise mirar su rostro, no había nadie, así que me quité brúscamente las mantas y di un salto fuera de la cama. Entonces vi que había una criatura en el suelo, que se había caído con mi repentino movimiento de las mantas, parecía una niña en cuclillas, con el cabello castaño y rizado, pero no vi su rostro porque estaba de espaldas. Me miró por el rabillo del ojo pero salió disparada de la habitación y sólo recuerdo que pude articular un “largo de aquí maldita” antes de despertar, ésta vez definitivamente.
Soy gallega. A veces he soñado en alemán, en inglés, creo que hasta en francés. O al menos eso me parecía estar escuchando. No sabía lo de las parálisis del sueño, pero ahora sé que sí he tenido y unas cuantas.
Es un mundo apasionante este de los sueños. El surrealismo es algo que me nace de dentro desde muy pequeña.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí Marina, es apasionante. ¿Y hablas esos idiomas o…? Bueno, gracias por pasarte, ¡un abrazo enorme!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pequeños rudimentos…
Me gustaMe gusta
Yo un dia tuve una experiencia parecida: senti angustia, querer despertar y no poder y despues una presencia al lado de mi cama. no le puse forma ni cara, simplemente sabia que estaba alli. No se cuanto tiempo estuve intentando despertarme pero cuando me desperte corri a la luz y estuve un rato con ella encendida hasta que se me paso el mal cuerpo. despues de eso pase unos dias hasta dormir a pierna suelta. Soy un poco gallina para esas cosas ajaj
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues por lo que he leído, es algo común, muchas veces influenciado por el estrés o por alguna alteración del sueño puntual. Sólo cuando sea recurrente o altere nuestro comportamiento mientras estamos despiertas, es cuando deberíamos consultar al médico. Mientras tanto, ¡a disfrutar de los sueños! Gracias por compartir.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Descubriste quién era la niña?
De chica solía pasar por esos trances más a menudo, de grande (que yo recuerde) me pasó solo una vez y fue algo parecido a lo que tu cuentas aunque sin la niña (por suerte). Abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
No, no le pude ver el rostro, sólo quería que se fuera y se esfumó.
Me gustaLe gusta a 1 persona
A mí me ha pasado también eso de querer despertar y no poder, de querer levantarme y sentir un peso que no me dejaba hacerlo, y querer gritar y no tener voz. Es una sensación muy angustiosa. Besos a tu alma. Un honor leerte.
Me gustaMe gusta
Sí, la primera vez que narro sentí mucha angustia, pero esta última vez, en el sueño sabía que estaba pasando por esa dichosa parálisis, y además me daba cuenta de que no había despertado realmente, más bien sentí curiosidad por si podía ver el rostro de esa presencia. En fin. Gracias por pasarte, el honor es mío porque te tomas un tiempo para leerme. ¡Abrazo enorme!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Leyendo se aprende y yo estoy aprendiendo continuamente gracias a todos. Besitos.
Me gustaMe gusta
¡Madre mía! Qué pesadilla más horrible. Me arrepiento de haber leído esta entrada y espero no tener ninguna pesadilla esta noche. 😛
Me gustaLe gusta a 1 persona
En realidad no sé si fue una pesadilla, porque en el sueño era consciente de que estaba dentro del sueño y también sabía que estaba ocurriendo algo que ya había experimentado. Sólo quería despertar… Pero bueno, esperemos que tu duermas plácidamente hoy y todas las noches. ¡Saludos! 😀
Me gustaMe gusta
No tuve ninguna pesadilla después de leer tu entrada.
Por ahora duermo muy bien, espero seguir así.
Te deseo lo mismo 😀
Saludos
Me gustaMe gusta